Aprender a ser más amables con nosotros mismos – 3 ejercicios prácticos

Escrito por Linabel Chinea
24/10/2022

Aprender a ser más amables con nosotros debe partir de la autoobservación, junto con la conciencia de que la forma en la que nos tratamos hoy fue aprendida, en gran medida, a partir de como fuimos tratados en nuestra niñez por las personas que nos cuidaron, educaron o tuvieron alguna autoridad sobre nosotros, sumado a lo que observamos sobre cómo estas personas se relacionaban consigo mismo y con los otros. Toda esa información la recibimos, la integramos como propia y la asumimos como la única forma de ser y relacionarnos.

La buena noticia es que, así como aprendimos nuestra forma de tratarnos, también podemos cuestionarla o cambiarla si así lo decidimos, e incorporar a nuestra vida todo aquello que sintamos nos aporte bienestar.

A continuación, te comparto algunos ejercicios que puedes hacer para empezar a trabajar en ello:

Ejercicio 1: Soltar adjetivos que te restan posibilidades.

  • Haz una lista de aquellos adjetivos que sientes que te identifican y te restan posibilidades en la vida. Ejemplo: Soy miedosa/o, soy impuntual, soy fea/o, soy perezosa/o, soy desordenada/o, soy insegura/o, etc.
  • A cada una de esas frases le vas a reemplazar la palabra “soy”, por la frase “Aprendí a ser” o “me juzgo”. Este pequeño cambio nos permite concientizar que ninguno de esos adjetivos con los que nos identificamos nacieron con nosotros, y que, así como los aprendimos alguna vez en la vida, también tenemos el poder de cambiarlos. Ejemplo: Aprendí a ser miedosa/o, aprendí a ser impuntual, me juzgo fea/o, aprendí a ser perezosa/o, aprendí a ser desordenada/o, aprendí a ser insegura/o, etc.

Ejercicio 2: Mejorar el trato que te das cuando fallas.

  • Obsérvate en los momentos en los que fallas, con la intención de tomar conciencia de esas frases que te llegan de manera automática e identifica si éstas te reconfortan o, por el contrario, te hacen sentir mal.
  • Si lo que sucede es lo segundo, mi invitación es a que, en ese mismo momento pares, tomes una respiración profunda y te des la oportunidad de mirarte con compasión, que es la capacidad de ser amables y comprensivos con nosotros mismos y que nada tiene que ver con la lástima, emoción desde la que nos vemos pequeños e incapaces.
  • Desde la emoción de la compasión elije una o varias frases para reemplazar la que quieres cambiar. Una referencia podría ser el cómo tratas a quienes amas: un hijo, un buen amigo, tu pareja, etc., o lo que te gustaría escuchar si alguien te reconfortase.

Te doy un ejemplo de mi vida: un día que iba por mi hijo al colegio, ya a punto de salir empecé a hacer cosas de último minuto y terminé saliendo tarde, cuando estaba de camino empecé a juzgarme, diciéndome con voz regañona cosas como: “¡viste! no se para que saliste tan tarde, ahora no vas a llegar a tiempo…” En ese instante me di cuenta de cómo me estaba tratando, así que respiré y me dije: “hice lo mejor que pude, me comprometo salir a tiempo la próxima vez”. El tomar conciencia y hablarme desde allí, calló esa otra voz que en otro momento no hubiese parado por un buen rato. 

Ejercicio 3: Consentirte un poco más.

  • Identifica cosas que te gusta hacer(te) o que te gusta que te hagan. Ejemplo: acariciarte el cabello, echarte crema después de baño, pintar, escuchar música, abrazos, etc.
  • Identifica frases amorosas que te gustaría que alguien te dijera: Ejemplo: Te amo, estoy orgullosa/o de ti, estas aprendiendo, eres valiosa/o, me encantas, tú puedes, etc.
  • Toda esa información te servirá como materia prima para elegir qué y en qué momento incorporar esas nuevas formas de tratarte mejor de manera consciente. Al inicio te puede parecer un poco raro, en ese caso es cuando más debes persistir hasta que no te sea ajeno tratarte así.

Aprender a tratarnos mejor es un camino largo que requiere de un esfuerzo consciente, va de pequeños y grandes gestos que debemos volver hábitos hasta que nos surjan de manera natural. Por fortuna, va teniendo ganancias a medida que lo recorres como, aprender a cuidarte mejor, ir fortaleciendo tu seguridad en ti, sentir mayor satisfacción sobre tus logros, la autoaceptación, paz, entre otros.

En el caso de que este proceso se te haga muy cuesta arriba siempre tiene sentido pedir ayuda. Estoy aquí para servirte y facilitarte el camino desde el coaching.

Si no sabes aun que es el Coaching, te invito a que le des una mirada a mi post “que pasa dentro de una sesión de coaching de vida” que te ayudará a aclarar muchas de tus dudas.

Comentarios

0 comentarios

Enviar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Posts Relacionados

¿Sientes que te es imposible perdonar?

¿Sientes que te es imposible perdonar?

Para empezar este post te quiero compartir parte de mi historia respecto al perdón: Durante mi infancia y parte de mi adultez escuchaba frases como: “es importante perdonar”, “perdona para que sigas adelante”; pero cuando tomé conciencia de que yo misma tenía...

leer más

Acerca del Autor

Linabel Chinea

Soy Coach ontológico profesional, madre, esposa, empresaria y una apasionada por el desarrollo personal. Tengo el propósito de hacer de este mundo un lugar mejor, contribuyendo al bienestar de quienes lo habitamos.

DESCARGA ESTA GUÍA

Esta guía contiene 5 tips que puedes hacer desde casa y que te ayudaran a aumentar tu nivel de comprension sobre las emociones y demas temillas que no te dejan tener paz en tu dia dia.

You have Successfully Subscribed!